sábado, 23 de febrero de 2008

El papel del estudiante

Por: Juan Carlos Espinoza


Los estudiantes tenemos generalmente dos características muy importantes, por un lado nos acompaña nuestra juventud y por otro lado somos poseedores de una “preparación científica”.

La juventud implica energía, el ansia de conocimiento, la búsqueda de la verdad y la rebeldía; La preparación científica implica el conocimiento de la realidad en que vivimos, el papel del hombre en el universo y la historia del hombre y su desarrollo. Ser revolucionario implica la búsqueda de cambios en nuestra sociedad. Con un simple razonamiento lógico podemos concluir aquella frase de nuestro compañero Salvador Allende “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, máxime si aparte de la juventud somos estudiantes.

Es mi experiencia en mi contexto (Honduras, década de los 90`s hasta la fecha), que siendo la excepción y no la regla se cumplen las palabras de nuestro camarada Allende. Surge la interrogante ¿Por qué este comportamiento es la excepción y no la regla? Existen varias hipótesis que atacan efectos y no causas, es decir, se dice que es producto de la cultura, por ejemplo: En Honduras se tiene un gran respeto a la autoridad de jure, o sea, aquella autoridad que te da un cargo público, menospreciando más a la autoridad de facto, es decir, aquella autoridad ganada con el ejemplo y con los hechos. Siendo más específico: para un estudiante de la UPNFM vale mil veces más la palabra de alguna autoridad que la de un compañero estudiante por los simples cargos que estos ocupan.

Como muchos de ustedes saben yo he sido presidente de la Asociación de Estudiantes de Matemáticas, Presidente del Directorio Estudiantil y miembro del Consejo Superior Universitario y durante todo ese tiempo he comprobado lo bajo a lo que pueden caer algunas de nuestras autoridades, claro está que muchos solo reflejan lo que son. Yo particularmente he llegado a perderle el respeto a estas personas que lastimosamente dirigen nuestra querida universidad.

Este es solamente uno de los efectos a los cuales se les atribuye que el estudiante no asuma su papel en la sociedad, se dice también que es producto de la indiferencia, del individualismo y de la competencia, estos últimos pilares fundamentales del sistema capitalista.

Muchas veces se nos dice que la juventud es el futuro de la patria pero esto se queda corto, la juventud, igual como ocurría en la década de los 80`s es el presente y futuro de la patria, es decir, como jóvenes tenemos la obligación de ser agentes de cambio en nuestra sociedad y comenzar a asumir el papel protagónico que hemos perdido.

Nuestro General Morazán decía: “La educación es el alma de las naciones libres”, “la juventud es la llamada a dar vida a este país” estas frases de nuestro general dejan más que claro el papel que el estudiante debe de jugar en la sociedad.

Quiero expresar en esta ocasión mi profunda admiración y respeto por todos aquellos jóvenes estudiantes que siguiendo ese legado morazánico se han aprestado a la lucha sin oportunismos, traiciones, desfallecimientos ni cobardías.

Hasta la victoria siempre compañeros